Lifetime estrenará este 9 de junio a las 9:20, su nueva producción “Amor y prejuicio”, un nuevo formato que mostrará a lo largo de 10 episodios cómo tres parejas intentarán que su amor lo venza todo, incluidas las incisivas críticas de parte de sus seres queridos, que se niegan a dar su bendición y dejar de lado sus tabús personales.
El provocativo reality “Amor y prejuicio” comienza el martes 9 de junio. Este experimento social de cuatro semanas sigue al coach de matrimonios y reconocido pastor Cal Roberson, quien ya ha sido parte de la exitosa serie “Matrimonio a primera vista”. Cal, en esta oportunidad intentará ayudar a tres parejas que están profundamente enamoradas, pero sus amigos y familias no aprueban sus relaciones y deberán superar las diferencias de religión, raza y edad, a medida que deciden si quieren casarse o ir por caminos separados.
En esta primera temporada, el pastor Cal guiará a tres parejas de Atlanta, Georgia, a través de un proceso experimental que será de reflexión con sus seres queridos para descubrir las fuentes de sus prejuicios y así ayudarlos a encontrar aceptación y apoyo. ¿Respaldarán amistades y familia estas relaciones y asistirán a sus bodas?, o ¿Intentarán destruir su felicidad futura juntos?
El éxito de “Amor y prejuicio” radica en que estas parejas logran la empatía del público, gracias a que intentan demostrar que “el amor lo conquista todo”. Este audaz concepto tiene como objetivo combatir los prejuicios e intolerancia ancestrales contra los matrimonios interraciales, interreligiosos y del mismo sexo.
Las historias de amor de las parejas tocarán la fibra sensible del público, que ya en Estados Unidos le dieron el visto bueno al programa y ahora es el turno de Latinoamérica saber si, al final, cada pareja decidirá si casarse o cumplir los deseos de sus padres y separarse.
Las tres parejas enamoradas son: Willi y Cameron; Blair y Chris, y Kee Kee y Kareem, mientras se esfuerzan por convencer a sus familias de que acepten su amor a pesar de las diferencias, pero también deben asegurarse de que su relación sobreviva a los cambios durante su viaje de aceptación, en lugar de sucumbir a la presión familiar.