España se ha consolidado como un actor clave en la producción audiovisual tanto a nivel europeo como global. Es un enclave icónico por su diversidad cultural, la riqueza en las localizaciones de rodaje, y un clima favorable que permite filmar durante todo el año. Estas características, combinadas con una fuerza laboral altamente cualificada en áreas creativas y técnicas, han convertido a España en un destino atractivo para producciones cinematográficas y televisivas internacionales desde hace décadas.
El Estudio del Impacto Económico de los Rodajes Internacionales en España, encargado por Spain Film Commission y elaborado por Olsberg SPI con la colaboración de PROFILM, recopiló información de un total de 165 producciones internacionales se beneficiaron de incentivos fiscales en España entre 2019 y 2022. Estas producciones generaron un gasto total de más de 1320 millones de euros en la economía española durante este periodo, lo que generó un mínimo estimado de casi 1.800 millones de euros en aportaciones del Valor Agregado Bruto (VAB) en la economía nacional.
Desde 2015, España ofrece un incentivo fiscal específico para producciones internacionales que se filmen en el país. Este incentivo ha sido modificado en varias ocasiones para mejorar su atractivo y competitividad en el mercado internacional. El incentivo ofrece, en el conjunto del territorio nacional, una deducción fiscal del 30% sobre el primer millón de euros invertido en gastos elegibles, y un 25% sobre los gastos adicionales. El límite máximo del incentivo es de 20 millones de euros por producción en el caso de largometrajes, y de 10 millones de euros por episodio en el caso de series de televisión.
En las Islas Canarias, debido a su régimen fiscal especial, el incentivo es superior, ofreciendo una deducción del 50% en el primer millón de euros (54% desde 2024) y del 45% para los gastos adicionales, con un límite de 36 millones de euros por producción y 18 millones de euros por episodio en series de televisión. Además de este incentivo nacional, varias comunidades autónomas, con regímenes fiscales propios, también han desarrollado sus propios incentivos. Por ejemplo, Navarra ofrece una devolución del 35% de los gastos en la región, con un límite de 5 millones de euros por proyecto. En el País Vasco, las provincias de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba han implementado incentivos que ofrecen, si se cumplen determinadas condiciones especiales, una devolución de hasta el 70%.
Las producciones internacionales incentivadas generaron un impacto positivo significativo en el empleo en España. Se estima que estas producciones generaron o sustentaron una media de 7.080 empleos equivalentes a tiempo completo (FTE) cada año en toda la economía española durante el período 2019-2022. De estos empleos, aproximadamente 1.300 fueron directamente generados por las producciones, mientras que los restantes 5780 empleos se derivaron de los impactos indirectos e inducidos, es decir, Apoyado en la cadena de suministro y en la economía en general como resultado del gasto salarial de los empleados.
En términos de compensación, el estudio muestra que la remuneración total acumulada para los empleados que trabajaron en producciones internacionales incentivadas fue de 989,9 millones de euros. Este valor representa el 55% del total del impacto en el VAB durante el período de estudio. De esta cantidad, 243,2 millones de euros se atribuyen directamente a los trabajadores involucrados en las producciones incentivadas, y 746,7 millones de euros se distribuyeron a través de impactos indirectos e inducidos.
El estudio muestra, igualmente, que el impacto territorial de las producciones analizadas en este estudio entre 2019 y 2022, alcanza, de un modo u otro, la práctica totalidad del país. Es de destacar que una parte importante del gasto se concentra en cuatro comunidades, lo cual no deja de ser coherente con el hecho de que tres de ellas son las más pobladas del país (Madrid, Catalunya y Andalucía), que cuentan, además, con un amplio desarrollo histórico de infraestructuras y servicios a la producción audiovisual nacional, a las que se ha unido en estos años Canarias, gracias, sin duda a un régimen de incentivos más favorable. No obstante, se aprecian significativos y crecientes impactos en muchas otras comunidades, siendo previsible que esa diversificación se incremente una vez vayan consolidándose los recientes incentivos en los territorios forales del País Vasco, así como los diferentes sistemas de apoyo no fiscal que comienzan a ponerse en marcha en otras zonas del país.
El análisis del retorno sobre la inversión (ROI) del VAB en términos de la relación entre el dinero invertido por la Administración pública en incentivos a los rodajes internacionales y el retorno conseguido para el conjunto de la economía, muestra que, entre 2019 y 2022, el programa de incentivos fiscales en España generó un ROI en términos de VAB de 9. Esto significa que cada euro público invertido a través de este programa, generó 9 euros en términos de VAB en el conjunto de nuestro país.
El programa de incentivos fiscales en España ha demostrado ser una herramienta eficaz para atraer producciones internacionales, generando un impacto económico significativo en el país. La diversificación geográfica de los rodajes, junto con los beneficios fiscales competitivos, no solo han contribuido al desarrollo de la industria audiovisual, sino que también han impulsado el empleo y fomentado el crecimiento económico en diversas comunidades autónomas. Con un retorno de inversión altamente positivo, España continúa consolidándose como un destino atractivo para la producción audiovisual global, posicionándose como un referente en la industria cinematográfica y televisiva a nivel internacional.