Según datos divulgados por la Agência Nacional do Cinema (Ancine), Brasil ha alcanzado un número récord de salas de cine: hay 3.481 funcionando en los 26 estados del país y en el Distrito Federal. La cifra establece el nivel más alto registrado en la serie histórica. El récord anterior fue en el año 2019, en el periodo de prepandemia, con 3.478 salas en funcionamiento.
Entre los aspectos más destacados de esta recuperación está la mayor capilaridad de las políticas públicas, que ahora cubren a la población de ciudades donde no había salas de cine y llegan a personas con discapacidad visual y auditiva, a través de la adopción de soluciones de accesibilidad en todo el parque exhibidor brasileño.
“Para inducir la reanudación del crecimiento, se lanzaron líneas de crédito del Fondo del Sector Audiovisual (FSA), que permiten financiar la construcción de nuevas salas y la modernización de las salas de cine. En 2024, las líneas de crédito también incluyen incentivos especiales para la construcción de salas de cine en localidades sin salas de proyección", detalla la reguladora a través de un comunicado. "Como resultado de esta política pública, la construcción de más de 156 nuevas habitaciones está siendo financiada por el FSA en todo el país, lo que significa la perspectiva de ampliar este récord histórico. Además de la modernización de otras 84 salas de cine, con miras a actualizar la tecnología y mejorar la experiencia de los usuarios de las salas”, expresa.
El texto puntualiza que las nuevas salas cubren 21 municipios que no contaban con cine, ampliándose así el acceso a la cultura y el entretenimiento en todo el territorio nacional. "Las políticas públicas dirigidas al cine brasileño son fundamentales para la recuperación del mercado cinematográfico. En todo el mundo, muchos cines han cerrado definitivamente sus operaciones y, hasta el día de hoy, pocos países han logrado recuperar su actividad cinematográfica a través de la histórica serie. En Brasil, la producción, distribución y exhibición cinematográfica, en el contexto de políticas públicas, permiten la recuperación de las salas de cine”, concluye.