Hernán Donnari, CEO de 1190 Sports
Tras la fusión de Global Sports Rights Management y 1190 Sports, se conformó una única compañía para potenciar el valor de activos deportivos en toda América Latina. En entrevista con Hernán Donnari, CEO de la nueva 1190 Sports, el ejecutivo explica las oportunidades de negocio que se abren a partir de la fusión y el define el rol de la compañía en la dinámica de funcionamiento de FZ Sports.
¿Cuál es el aporte de 1190 Sports para la gestión de derechos deportivos?
“Cuando un año y medio atrás arrancamos con GSRM nos dimos cuenta que para cumplir con la promesa de creación de valor a futuro con los dueños de derechos necesitábamos explotar de la manera más eficiente la forma de atraer a las marcas y ofrecerles las audiencias y fans con el fin de monetizar correctamente cada propiedad. Hay que hacerlo de forma moderna, innovadora y con las mejores prácticas que el marketing permite. Eso es algo que 1190 Sports tiene en su ADN, porque cuenta con un equipo de profesionales especializados en la comercialización de derechos deportivos”.
¿Qué oportunidades de negocio se abren a partir de la fusión con FZ Sports?
“De alguna manera, desde GSRM habíamos sido capaces de construir un portfolio con dos propiedades muy importantes: el Brasileirão y la Liga Profesional de Fútbol de Argentina. Con el Brasileirão cerramos una cantidad importante de novedades relacionadas con el ecosistema digital y firmamos un acuerdo de distribución con Paramount+ en Estados Unidos. Con la Liga Profesional de Fútbol nos asociamos con Torneos y creamos una compañía que distribuye el fútbol argentino en el exterior. Esto nos permite conectar a un montón de marcas con audiencias interesadas en el fútbol en todo el mundo. Todas estas oportunidades las teníamos con anterioridad; y ahora, con la fusión, incorporamos nuevas áreas de negocio”.
¿Cómo es la dinámica de funcionamiento de 1190 Sports en FZ Sports?
“Es muy interesante el posicionamiento de FZ y cómo las compañías que la integran operan entre sí. Son tres empresas independientes y sinérgicas, a partir de las cuales se identifica un círculo virtuoso: tenemos la unidad B2C, directa al consumidor (Fanatiz); la unidad que provee tecnología tanto para el grupo como para terceros (Nunchee); y la unidad B2B (1190 Sports), que explota derechos deportivos. El círculo virtuoso que identificamos y promovemos internamente es el siguiente: si para la creación de valor con un cliente, 1190 necesita una solución tecnológica que sea capaz de distribuir determinados contenidos en ciertas circunstancias (por ejemplo, Brasileirão Play como OTT) será una herramienta que tenga tecnología Nunchee; y su vez, Brasileirão Play vivirá dentro de Fanatiz como OTT y podrá ser comprada en un paquete stand-alone o dentro de la experiencia general de la propia Fanatiz. Ahí es donde aparecen en juego los tres componentes. Pero, siguiendo con el ejemplo, es interesante señalar que ese producto no necesariamente tiene que ir a Fanatiz, que ya se nutre de la oportunidad de tener estos contenidos que 1190 consigue a través de sus acuerdos para la explotación de los derechos. Es decir, no descartamos ninguna de las alternativas; pero tenemos in house muy buenas soluciones para echar a andar esa rueda. Y ese es concepto, que se verifica en la práctica, nos trae muy buenos resultados”.
¿Cómo analizas los cambios de consumo y de modelos de negocio que atraviesa la industria del entretenimiento?
“Creo que es un momento fantástico para el mercado y, a contramano de lo que opinan algunos de mis colegas, identifico un océano de oportunidades. Estoy convencido que estamos ante una enorme oportunidad de construir valor y compartirlo con la industria de los contenidos deportivos, con los atletas, los clubes y las federaciones. Esa es la buena noticia. La mala es que crear y activar todo ese valor es difícil porque requiere un cambio en la manera en que comercializamos y concebimos los negocios alrededor de los derechos deportivos. Hoy la dinámica de la industria es muy variable, es una película que estamos revisando constantemente en forma transparente, mostrando los números y dónde vendimos. Esa es la manera a través de la cual hemos hecho negocios y lo que nos ha permitido construir relaciones a largo plazo que se sustentan sobre un criterio de credibilidad, un criterio de transparencia y un criterio de crear valor y compartirlo. En definitiva, el mensaje es: creamos una torta, agrandémosla y establezcamos los porcentajes que cada uno aporta a ese crecimiento y cómo podemos construir valor a futuro. De esta manera, creo que se pueden construir muy buenos negocios”.
Por Aldo Bianchi