Sergio Veiga, Presidente de CAPPSA.
Finalizadas las Jornadas Internacionales 2024, conversamos con Sergio Veiga, Presidente de la Cámara de Productores y Programadores de Señales Audiovisuales (CAPPSA), quien hace un balance del evento y ofrece un panorama del sector.
¿Cuál es el balance de la 34° edición de Jornadas Internacionales?
-Al cierre de las Jornadas de este año, el balance es netamente positivo. Vimos una concurrencia muy importante de Argentina y sobre todo del exterior. Los principales distribuidores de Latinoamérica estuvieron presentes con ejecutivos de primer nivel. Las sesiones de debate fueron muy interesantes y giraron en torno a temáticas que realmente nos preocupan como la digitalización, las cuestiones regulatorias y los incentivos para inversión, que resultan indispensables para encarar lo nuevo que se viene.
El Seminario Regional Antipiratería, organizado en el marco del evento, hizo foco en un tema que viene preocupando muchísimo a nuestra industria. Asimismo, también se habló de las dificultades que tiene nuestra actividad.
En su discurso inaugural hizo referencia a la dificultad que genera el exceso de oferta. ¿De qué manera impacta?
-La gente tiene muchas más opciones de contenidos de los que puede consumir, que superan el tiempo que puede dedicar a la visualización y muchas más opciones de las que puede pagar. Esto hace que haya una expansión de la oferta, que excede a la demanda que la pueda absorber. Obviamente, esta situación tensiona el modelo de negocio. Por un lado, hay costos crecientes por esta competencia de los contenidos, la oferta y las ventanas para películas, series, derechos deportivos, etcétera; y, por otro lado, hay ingresos restringidos, justamente por un exceso de oferta que no puede absorber la demanda. Esto produce que no cierre la ecuación económica de los diferentes actores, quienes no están pudiendo encuadrar en un esquema de rentabilidad. De hecho, todavía hay muchos que están buscando un esquema rentable, tratando de acomodarse a la situación, y con operaciones muchas veces deficitarias. Y esto hace que este momento de la industria sea sumamente desafiante. Si a eso le agregamos una situación macroeconómica difícil, como puede ser el caso de Argentina y de otros países de la región, la ecuación se complica más aún.
¿Cómo están evolucionando los modelos de negocio?
-A lo largo de estas Jornadas hemos puntualizado que la televisión se está reinventando en forma permanente y que está reevaluando sus modelos de negocios, redefiniendo sus estrategias y también sus protagonistas. Probablemente los que hoy están, los actores de hoy no van a ser los mismos que mañana. Pero al final del camino, nosotros celebramos que haya foros que, como Jornadas, permitan a todos los ejecutivos que vienen de los distintos países de la región para debatir el presente y el futuro de la industria, que es muy sano. Justamente, porque es una industria que está en plena evolución, en pleno cambio, es bueno tener este tipo de foros.
¿Qué evaluación hace de la concurrencia a Jornadas 2024?
-Es muy estimulante tener la enorme concurrencia de gente que vivimos este año, que calculo en un 30 o 40% más que el año pasado. Además, en esta edición, tuvimos más empresas expositoras. El balance es absolutamente positivo en este año.
¿Por dónde pasará el futuro de la industria?
-Creo que el futuro de la industria pasará por encuadrar las operaciones de los diferentes eslabones de la cadena de valor en un esquema de rentabilidad. Hoy se está acomodando el escenario y hay muchos oferentes; y por esto de que la gente tiene que elegir, no todos van a estar en el futuro. Con seguridad, habrá una depuración y en ese reacomodamiento el desafío justamente es que termine y nazca un modelo de negocios que sea sustentable a futuro para una industria que exige una necesidad de inversión tecnológica muy alta. Para eso, es deseable que el modelo de negocios se asiente en un esquema rentable que permita hacer las inversiones necesarias.
¿Están dadas las condiciones para que la industria siga el ritmo de la evolución tecnológica?
-Estoy convencido que si hay una industria que adoptará las últimas tendencias de tecnología, es justamente la nuestra. Y, en muchos casos, ya lo está haciendo. En este sentido, sabemos que el desafío es enorme y no estamos 100% seguros de los rumbos; pero sí sabemos que eso va a formar parte del futuro. Y para eso hay que invertir, para eso es imperioso contar un ecosistema que, junto con las autoridades gubernamentales, incentive las inversiones. En este punto es clave la creación de regulaciones equitativas: no puede tener la televisión más regulaciones que las plataformas; así como la telefonía celular habitual no puede tener más regulaciones que Whatsapp, por ejemplo. Todo eso hace que hoy haya asimetrías y su eliminación sería una buena señal y un incentivo para continuar haciendo las inversiones necesarias. Me parece que pasa ahí, y por bajar la carga expositiva, que es muy alta. Por lo demás, esta industria ya ha demostrado que dejándola trabajar en libertad, puede crecer. En el acto inaugural conté parte de la historia de la televisión paga; una industria que creció siendo líder en penetración, cantidad de abonados y producción de contenidos locales sin haber recibido incentivos ni subsidios por parte de los gobiernos. Lo que evidencia una historia de libertad empresarial exitosa. Para la siguiente etapa necesitamos es aliviar la carga de restricciones, regulaciones e impuestos para poder volver a hacer lo mismo que antes, pero con tecnología de conectividad e inteligencia artificial. El sector privado de esta industria puede hacer las cosas maravillosamente bien si se la deja trabajar.
Finalmente, una vieja pregunta vuelve a escena: ¿la televisión y el streaming son servicios complementarios o competidores directos?
-Evidentemente, hay espacio para que trabajen juntos. No obstante, eso lo va a decidir la gente. Y eso, en buena medida, va a depender del tamaño del bolsillo. Hoy por hoy, existen muchos programadores de televisión paga que tienen su plataforma de streaming como complemento. Pero habrá que ver cómo evoluciona porque hay demasiada oferta y el usuario no está pudiendo absorberla. Las opciones son de la gente, de los consumidores. Eso no se puede resolver en una fusión, ni mediante una integración de empresas. Ya experimentamos que no funciona así. El soberano es el público.