El Festival de Cine de Málaga estrenó “Retrato de un artista siempre adolescente (Una historia de cine en Cuba)”, documental sobre la figura del cineasta cubano Julio García Espinosa, producido por el Instituto Cubano del Arte y de la Industria Cinematográfica (ICAIC) con la participación de The Mediapro Studio.
Dirigido por Manuel Herrera, “Retrato de un artista siempre adolescente (Una historia de cine en Cuba)” tiene como eje la vida de García Espinosa, aunque no se trata de una biografía al uso. Nombre emblemático del llamado “nuevo cine latinoamericano”, director de cine, guionista, escritor y activo promotor y dirigente del sector cultural cubano, García Espinosa fue uno de los fundadores del ICAIC y su presidente entre 1983 y 1991. Su filmografía incluye 14 títulos, incluyendo seis largometrajes de ficción y películas documentales, además de colaboraciones como guionista con nombres tan reconocidos de la cinematografía cubana como Tomás Gutiérrez Alea o Humberto Solás.
Como se refleja en el documental, su trayectoria da pie a una amplia reflexión sobre el surgimiento y desarrollo de la cinematografía revolucionaria cubana con sus luchas, contradicciones y enfrentamientos con el pensamiento dogmático, que por momentos parece dominar el espectro político-cultural cubano, y la siempre difícil, arriesgada y necesaria relación entre los funcionarios y los artistas.
La fuente de inspiración cinematográfica de Julio García Espinosa fue el Neorrealismo Italiano. Un hecho esencial cambió su infancia: el éxito obtenido por su padre al diseñar y vender un sofá muy funcional al que denominó Aspacia. Al estilo de las viejas obras del neorrealismo, un narrador nos habla del ámbito familiar de la infancia del protagonista. Ese narrador, a quien pone voz Fernando Hecheverría, es el sofá Aspacia que nos guía durante todo el documental a veces dialogando, incluso humorísticamente, con el protagonista, al estilo de sus propias obras cinematográficas.
El hilo conductor de la historia lo marcan los testimonios del cineasta, a través de los que conocemos su pensamiento y sus teorías sobre el cine en general y sobre sus películas. “Retrato de una artista siempre adolescente” es un relato en primera persona de su pensamiento artístico-ideológico. Aunque también aparecen los testimonios de otros cineastas, mantiene una estructura narrativa enmarcada en el documental-ensayo, aprovechando algunos elementos narrativos propios del cine de ficción, sin abandonar una fuerte vocación experimental en línea con la obra de García Espinosa.