Una banda que se dedicaba a la venta y reventa de servicios ilegales de streaming digital, con unos 85.000 suscriptores en la Argentina y otros países de la región, fue desbaratada en la provincia de Buenos Aires tras una exhaustiva investigación judicial, en un nuevo golpe contra la piratería audiovisual en Sudamérica. La Justicia ordenó allanamientos que fueron llevados a cabo el jueves 13 de julio por las fuerzas de seguridad en las ciudades bonaerenses de Ramos Mejía, Arrecifes y Chivilcoy, donde se secuestraron computadoras, celulares y varios equipos que eran utilizados para llevar adelante la maniobra de piratería audiovisual. La causa surgió a partir de una denuncia presentada en la Justicia por el equipo de Investigaciones y Control de Fraude de la Dirección de Asset Protection de la compañía Directv Latin America, junto al área de Antipiratería.
Un hombre de 22 años, técnico informático y con amplios conocimientos de programación, fue detenido en Ramos Mejía y puesto a disposición de la justicia al estar sindicado como el creador de “DigitalTV”, la plataforma que era utilizada para la retransmisión ilegal de señales de televisión. De la inspección visual preliminar se desprende que este sujeto manejaba una cartera de alrededor 85.000 suscriptores.
Este servicio ilegal de IPTV (Televisión por IP) contaba con una aplicación para descargar desde una de las principales tiendas virtuales a nivel mundial, que llevaba su nombre y en la cual se podían observar más de 100.000 descargas. La Justicia ordenó su bloqueo inmediato, ante las pérdidas millonarias que sufren los tenedores de los derechos (generadores de fuentes de empleo) por la acción de la piratería.
Asimismo, la piratería afecta la seguridad de la información de quienes consumen contenido ilegal, muchas veces sin saberlo, al poner en riesgo los datos personales de los usuarios por su utilización indebida. El sujeto detenido había logrado montar su propio servicio clandestino, en el cual ofrecía acceso a más de 900 señales de televisión, entre los cuales se encontraban retransmitidos ilegalmente canales exclusivos de Directv Latin America.
En la plataforma ilegal también había 8.000 películas, 400 series, entre otros y se podían ver señales de diferentes partes del mundo. Asimismo, incluía servicios premium (fútbol y paquetes para adultos), los cuales eran ofrecidos en diferentes propuestas a cambio del pago de una suscripción a muy bajo costo. En los allanamientos realizados en Arrecifes y Chivilcoy por la Sub DDI de Vicente López con apoyo de las brigadas locales, se identificó a otros dos hombres mayores de edad, quienes están señalados como presuntos revendedores del servicio ilegal a través de redes sociales y por medio de una web que habrían creado, la cual ya fue dada de baja por orden judicial.
La investigación fue impulsada por la Unidad Fiscal Especializada en la Investigación de Ciberdelitos (UFEIC), a cargo del Fiscal Alejandro Musso, con colaboración del área de Fraud Intelligence de la empresa Mercado Libre y la intervención del personal policial de la Sub DDI de Vicente Lopez.
De la investigación se desprende que la estrategia del sujeto detenido consistía en armar una red de revendedores y “super revendedores” (por la escala de las transacciones), los cuales se encontraban distribuidos a lo largo de todo el territorio argentino e incluso ya se había extendido a otros países de América Latina, como Uruguay, Paraguay y Costa Rica. Este servicio ya había sido reportado por otros actores afectados dentro de la industria audiovisual por su elevada masividad, aunque hasta este momento no se había llegado a identificar el origen ni los autores.
Los denunciantes señalaron que este tipo de casos son difíciles de ser llevados adelante sin contar con investigadores capacitados y experimentados. E indicaron que también resulta complejo que estas causas prosperen en la Justicia, sin una colaboración público-privada como también entre empresas. En esta investigación fue fundamental la participación de la UFEIC a cargo del fiscal Musso, especialistas de primerísimo nivel y en permanente capacitación, ya que los defraudadores están cada vez en un nivel más avanzado, utilizando diferentes herramientas tecnológicas y con mecanismos que les permiten cubrir sus huellas.