La televisora abierta brasileña Record estrenó ayer (13) su nueva miniserie "O Senhor e a Serva" (El Señor y la Sierva), una trama sobre la fe, el amor y la resistencia en Roma. Realizada por Seriella Productions, con producción de Cristiane Cardoso y dirección de Guga Sander, la obra de diez episodios es un spin-off de su exitosa producción "Paulo, O Apóstolo" (Pablo, El Apóstol) que transporta al público a la Roma del siglo I, en medio del auge del cristianismo y la persecución de los fieles.
La narrativa sigue a Elisa (interpretada por Nathalia Florentino), una joven marcada por la pérdida y la soledad que mantiene su fe incluso ante el dolor. Vendida como sirvienta tras ser traicionada por su antigua amante, Valéria (Juliana Schalch), comienza a trabajar en la casa del guerrero Caius (Dudu Pelizzari), un hombre respetado, consumido por recuerdos que preferiría olvidar. Junto a él aparece Magnus (Rafael Sardão), amigo y guardián de un secreto que los separó en el pasado. Esta turbulenta relación entre la fe, la culpa y la redención impulsa la trama central.
Las hijas de Cayo —Aelia (Giovanna Veiga), Zita (Carol Binder) y Vita (Clara Portela)— han crecido privadas de afecto. La llegada de Elisa cambia la dinámica familiar: su bondad conquista el corazón de las niñas y desafía al propio Cayo, quien intenta reprimir sentimientos que no comprende. La protagonista lucha por resistir el amor que siente por un hombre que rechaza todo en lo que ella cree, mientras el conflicto entre la fe y la pasión se intensifica.
La serie recrea la época de la inauguración del Coliseo, cuando el emperador Tito (Thiago Amaral) celebra cien días de juegos sangrientos. Los gladiadores se enfrentan a la muerte ante la mirada de una sociedad marcada por la violencia y la decadencia moral. En este contexto, aparece Prisco (Carlo Porto), un guerrero que sueña con la libertad junto a Isabella (Thaís Melchior), su amada, quien, deslumbrada por el lujo romano, se enfrenta a su hermano Teófilo (Alcemar Vieira).
Otros personajes completan el mosaico de poder e intriga: Mesalina (Barbara França), la cruel prometida de Cayo; Quinto (Alex Moreno); Petronio (Caio Vegatti); Serena (María Regina); y Anacleto (Marcelo Arnal). La presencia del futuro emperador Domiciano (Vinicius Wester), quien se autoproclama dios, refuerza el contraste entre la fe y la idolatría, temas centrales de la narrativa.
En medio de la persecución, el amor prohibido y las cuestiones morales, la miniserie propone una reflexión sobre el poder transformador de la fe. Con vestuario de época, decorados grandiosos y una meticulosa dirección artística, una vez más Record apuesta por un drama histórico con un fuerte atractivo emocional, dirigido a un público que sigue sus producciones bíblicas.