Un juzgado madrileño sentenció al grupo por los beneficios publicitarios que Mediaset pudo generar por la emisión del programa durante nueve años sin tener un contrato vigente con ITV Studios, quien posee los derechos de propiedad.
Es el programa de concurso de mayor éxito y el más visto de la TV; cerró la última temporada televisiva con una media de un 22.7% de cuota y 2.4 millones de espectadores.