Los planes de Netflix para ingresar al segmento publicitario están tomando más forma. Según una información recopilada por Ad Age, la plataforma pondría algunos límites en la oferta de publicidad dirigida y no permitirá que los anunciantes elijan en qué tipos de contenido aparecer. La plataforma estaría proyectando que su plan de suscripción sea comprado por 500.000 personas para fin de año y que crezca exponencialmente en 2023.
Si bien la compañía ha guardado estricto silencio sobre el desarrollo de su plan de suscripción con anuncios, se sabe que Netflix ha comenzado a estructurar su inventario a través de una asociación con Microsoft. Debido a ello es que varios profesionales de medios de agencias sostienen que -más allá del anuncio en su último reporte de ganancias que prometía un lanzamiento a principios de 2023- el servicio llegaría al mercado más rápido de lo esperado y con un modelo de negocio más caro que el de sus competidores.
Las fuentes de Ad Age especulan que la idea de Netflix es adelantarse a Disney, que programó el lanzamiento de su versión con comerciales para el 8 de diciembre. Además, según la información recabada, el precio inicial cobrado por Netflix por su inventario debería rondar los US$ 60 por cada mil usuarios; en comparación, Disney debería costar alrededor de $ 50 por el mismo rango.
Recientemente, la plataforma contrató a Jeremi Gorman, un ex ejecutivo de Snap, como presidente de publicidad global; además de Peter Naylor, como VP de ventas de publicidad, para dirigir el nuevo servicio. Ambos comenzaron a trabajar en la empresa este mes. Lo que sí ha trascendido es que Netflix ofrecerá paquetes publicitarios basados en géneros de programas, según explicó Ted Sarandos, co-CEO de la plataforma, durante su participación en la edición de este año de Cannes Lions. Los paquetes de anuncios también se ofrecerán entre los top 10 de la programación, pero con límites de segmentación.
Inicialmente, Netflix vendería comerciales de 30 y 60 segundos, con una frecuencia limitada a uno por hora. Esto significa que demandará un mayor esfuerzo creativo por parte de agencias y marcas, que deberán producir diferentes piezas para la plataforma. Fuentes entrevistadas por Ad Age confirmaron que Netflix pretende excluir la programación infantil de su nuevo universo publicitario.