La emisiones alcanzarían a los sistemas de televisión abierta y paga, además de las radios y plataformas digitales del grupo. Durante los últimos 40 años, los derechos de la competencia para Brasil estuvieron en manos de Globo.
Tras haber anunciado en agosto que no renovaría el acuerdo con Liberty Media y ante el abandono de las negociaciones por parte de Rio Motorsports con los medios interesados, la televisora brasileña retomó el diálogo y estaría cerca de cerrar el acuerdo.
La empresa, responsable de la construcción del Autódromo Internacional de Río de Janeiro, es la nueva detentora de los derechos de la F1 en Brasil y negociará directamente con los medios y plataformas interesados en la competencia.