En en marco de un evento virtual organizado por Universal TV, el director argentino Juan José Campanella conmemoró el histórico episodio 500 de "La Ley y El Orden: UVE". La serie, que alcanza las 23 temporadas, se ha convertido en la más longeva de la televisión. El capítulo 500 estrena hoy 15 de febrero para toda América Latina.
"Me encanta hablar de esta serie porque trabajo desde la segunda temporada. Fue la primera que me dió la oportunidad de filmar en el prime time y es como familia, pues es mucho más que un trabajo", dijo Campanella, quien rememoró cómo llegó a formar parte del equipo como director invitado. "Yo era director en New York y estaba dedicado a la televisión independiente. Resultó que la segunda asistente de dirección que tenía en ese momento, consiguió trabajo en 'La Ley y El Orden', que se rodaba en New Yersey. Y como parece que demoraban mucho en filmar, le dijo al jefe de directores Ted Kotcheff que tenía que llamarme porque resolvería bien la serie. Después de eso me encontré con Ted y me dieron la oportunidad. Debuté con 'Baby Killer', el primer capítulo de la segunda temporada, Por entonces, estaba muy encasillado en comedia y me vino bárbaro. Pero lo más relevante fue haber podido encontrarme con el equipo porque estaba muy nervioso y ellos se esmeraron por hacerme sentir como en casa a los diez minutos de empezar. Es una sensación que sigue hasta hoy, 22 años después."
Campanella afirmó que el éxito de 23 años, algo histórico. "La única serie que llevó más tiempo al aire ha sido 'Los Simpsons', que es una serie animada donde los actores no envejecen. 'La Ley y El Orden: UVE' ha superado a 'La Ley del Revólver' y a 'La Ley y El Orden' original", precisó.
Por otra parte, el director argentino hizo hincapié en su evolución tanto a nivel de temas tratados como de capacidad actoral. "Es una serie que ha ido evolucionando, y al tratar temas que tienen que ver con la sociedad, especialmente en un rubro tan importante y tan central a los cambios de este siglo como los crímenes de género, ha cambiado muchísimo su encare. Lo que la hace cada vez más interesante". En este sentido, recordó que la serie empezó con una fórmula clásica, el Procedural (policial de procedimiento) que supone hallar un cadáver y a su asesino. "Así fue durante años y, poco a poco, se fue moviendo hasta hacer foco en las repercusiones de un crimen. De hecho, en el capítulo 500, el gran debate es si hay delito o no. Y no hay ningún muerto. O sea, hay un cambio muy importante. Además, también Olivia Benson fue evolucionando como personaje y su intérprete (Mariska Hargitay) es absolutamente empática en pantalla. De hecho, logró ser muy querida y las personas se identifican muchísimo con ella. También evolucionaron esos polícias que, durante las primeras temporadas, llevaban una vida ascética; y que, lentamente, dejaron de ser personajes para pasar a ser personas. Todo esto se logró con mucho trabajo en los guiones y en las maneras de encontrar los temas polémicos que la han convertido en una serie muy especial."
A la hora de analizar sus retos como director invitado para dirigir el emblemático capítulo 500, Campanella reconoció que todos los ojos estaban puestos ahí porque indudablemente se trata de un hito. "Este episodio 500 tenía que ser especial, polémico y debía involucrar a Benson de una manera muy personal. Por suerte hay una gran confianza con los showsrunners, los autores, con Mariska y Christopher Meloni, así como con Aidan Quinn, que está bárbaro en un papel muy complejo. Una vez que empezamos a filmar nos fuimos relajando, y todo flujó."
Finalmente, consultado acerca de qué le ha aportado "La Ley y El Orden: UVE" en su carrera, destacó: "Me ha dado unas horas de vuelo tremendas, especialmente porque gran parte de la dirección en cine y televisión es resolver problemas. Un director va con todo los planes hechos, en esto todos somos iguales; pero cuando se llega al set y no anda la cámara empiezan los conflictos. Ahí es donde se diferencia a un director con experiencia de un novato. Entonces, ser parte de esta serie me ha dado la facilidad de pensar bajo presión. Además de brindarme la posibilidad de empezar a trabajar en un género muy querido como el policial. De hecho, yo tenía ocho capítulos encima cuando empecé con 'El Secreto de sus Ojos'y me enseño muchísimo para lo que queríamos hacer. Por entonces, la serie tenía un formato bastante férreo y toda la lista de fantasías que compartíamos con los autores las volqué en mi película. En definitiva, me aportó una seguridad y un aplomo envidiable. Pero nada de eso hubiera ocurrido si el set de 'La Ley y El Orden: UVE' no hubiera sido un lugar tan placentero para trabajar", concluyó.