El mercado de las telcos en México esperaba con ansias el dictamen del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), que autorizaría o no la solicitud de América Móvil (AMX) para ofrecer el servicio de televisión paga a través de Claro TV. Y en la última sesión del Pleno, por 3 votos en contra y 2 a favor, decidió no conceder dicha autorización. Pero como no fue denegada en forma definitiva, quedaría abierta la posibilidad de elaborar un nuevo dictamen se avale la entrada de la compañía de Carlos Slim Helú a un negocio concentrado en torno a Televisa (64%) y en menor medida a la participación de AT&T.
El posible ingreso de Claro TV de América Móvil a la Tv paga en México levantó preocupaciones en Estados Unidos, que expresó su preocupación al gobierno mexicano sobre las implicancias para la competencia si es que el IFT daba luz verde al proyecto analizado por el IFT. En este sentido, Carlos Slim Helú y su hijo Carlos Slim Domit anunciaron en rueda de prensa un compromiso de inversión de unos USD 432 millones de manera inicial y adicional para fibra óptica en caso de obtener la autorización correspondiente. Y fueron más allá: dijeron que los ejecutivos de su empresa estarían encantados de reunirse con funcionarios de Estados Unidos para discutir sus planes de negocio, incluyendo la televisión paga.
"La preocupación es por el desconocimiento que hay del mercado, es una oportunidad para poder reunirnos con ellos y que entiendan nuestros argumentos”, aseguró Carlos Slim Domit sobre las presuntas reservas de la Oficina de Representación Comercial de Estados Unidos, consignadas por Reuters esta semana.
El Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET) celebró que "los comisionados del IFT hayan resuelto seguir analizando los verdaderos efectos relacionados con la pretensión de América Móvil para entrar al mercado de video, dado que la empresa arrastra una serie de promesas incumplidas a la hora de invertir."
Ernesto Piedras, Director General de The Competitive Intelligence Unit, explicó que "la elaboración de un nuevo proyecto llevará varios meses" y que, en la práctica, significaría que "el IFT debería volver a votar sobre este asunto cuando muy pronto en 2023, o quizá en el 2024".