Tal como venimos informando, ya se ha confirmado que la televisora abierta brasileña Band y Liberty Media, empresa propietaria de los derechos de la Fórmula 1, mantendrán su acuerdo por derechos de transmisión hasta el final de la actual temporada. Y aunque todavía no hay anuncios oficiales, allegados a las negociaciones sostienen que las negociaciones están muy avanzadas para que sea Globo la nueva casa de la máxima competencia motor, tal como lo fuera entre 1981 y 2020.
Hoy por hoy, la expectativa es muy alta para los distintos actores del mercado publicitario brasileño ya que será clave la manera en que Grupo Globo vaya dividir las transmisiones entre sus distintas ventanas de exhibición.
Por cierto, una de las razones que llevaron al desgaste la relación entre Liberty Media y Globo en épocas pasadas es que la emisora carioca deseaba llevar la competición al canal pago SporTV, en tanto que la organizadora siempre privilegió las transmisiones a través de TV Globo, por TV abierta.
Algo ha cambiado tras la experiencia Liberty Media con Band, sumado al cambio de hábito de los consumidores, ya que todo parece indicar que la estrategia sería bien distinta a la puesta en escena hoy día: Grupo Globo aceptaría realizar la mitad (o más) de las transmisiones de la F1 por TV abierta, con algunas en el canal pago SporTV, pero con la condición que la totalidad de las carreras sean transmitidas por Globoplay para robustecer la oferta deportiva de su servicio de streaming.
La posibilidad de la F1 regrese al conglomerado de la familia Marinho es tan firme que hasta ha transcendido que, en caso de concretarse, todo el equipo Globo que en su momento se mudó a Band para cubrir la competencia no volvería a ser contratado por la emisora carioca. Se trata de profesionales de la talla de Ricardo Maurício, Mariana Becker y Reginaldo Leme, entre otros, quienes serían reemplazados por gente de la casa.