El pasado jueves 28 de febrero, en un evento que reunió a importantes autoridades, profesionales y líderes de Iberoamérica, CERTAL celebró en Madrid la Cumbre Preministerial 2025. Un evento que no solo invitó a la reflexión, sino que también exploró las posibilidades de un futuro digital inminente.
En una jornada que contó con varios bloques de oratoria, Pablo Scotellaro, Presidente Ejecutivo de CERTAL, dio la bienvenida con una intervención que nos sumergía en lo que sería la temática de la jornada: “El ser humano debe ser el eje. La igualdad nace en las posibilidades, y ahí la tecnología forma un rol muy profundo. El buen fin, es una sociedad más justa, inclusiva en el sentido amplio”. La importancia de la igualdad en el acceso a la información, la infinidad de posibilidades junto con la correcta utilización y las medidas de seguridad correspondientes para las nuevas tecnologías, fueron los temas abordados en conjunto con Narciso Casado, Ma. Jesús Del Barco y Ana Valero.
El evento se desarrolló con la separación de distintos bloques con enfoques y miradas distintas para analizar el avance de las tecnologías digitales. En la primera mesa, expertos debatieron sobre el futuro de la justicia y la tecnología: la digitalización y la inteligencia artificial, entienden, deben estar al servicio del ser humano, sin perder el enfoque en la dignidad y la soberanía judicial.
En este sentido, el debate sobre la justicia y su evolución histórica tiene un referente clave, según el magistrado Olmedo Arrocha: Franz Klein. En el Código Procesal austríaco, Klein sentó las bases de un sistema judicial con enfoque social. Su visión trascendió el mero conflicto entre partes, entendiendo que el proceso judicial impacta a la sociedad en su conjunto. Esta perspectiva resuena hoy en el análisis sobre el exceso de tecnocracia y formalismos en la justicia, donde el derecho, en lugar de ser un medio para alcanzar la justicia, ha sido colocado por encima de ella.
Sobre este entendido, profundizó también el licenciado Diego Solana, expresando que sin lugar a dudas “el futuro va a ser la inteligencia artificial”, y para entender y trabajar en esto, que es hacia donde vamos, debemos volver la mirada a entender de dónde venimos. Según Solana, hay distintas corrientes filosóficas, como las de Harari, que sugieren un futuro donde la IA supere al ser humano. En relación a esto, subrayó la necesidad de regular su uso para evitar riesgos y para lograr que la IA sirva en su uso al humano. Esto se resumió perfectamente en lo expuesto por Francisco Gómez Martos, quien citando a mártires de Panamá, dijo: “Sembrar flores para recoger soberanía; yo diría que, si somos capaces de sembrar justicia en el desarrollo de la innovación tecnológica, recogeremos soberanía digital, progreso económico y progreso social”.
La regulación con las personas como centro
El presidente de la Federación Latinoamericana de Magistrados, Marcelo Gallo Tagle, comenzó su participación con una pregunta: ¿qué hacemos todos acá? Siendo un grupo variopinto, con representantes del poder ejecutivo, legislativo y judicial de distintos países, además de representantes de empresas vinculadas al ámbito de la comunicación. Así lo expresó Gallo haciendo un paralelismo, destaca y muestra la importancia en la colaboración entre los distintos actores, también en el poder estatal. La diversidad de opiniones, la discusión y el eventual consenso “(…) es esencial para desarrollar marcos regulatorios adecuados a los avances tecnológicos, evitando que la normativa quede rezagada frente a la rápida evolución digital”.
Un bloque regional ante el avance tecnológico
En el abordaje de la posibilidad de un bloque regional único, se abordaron distintas opiniones sobre la necesidad de su existencia, pero también sus desafíos. En este sentido, el viceministro Hubert Vargas resaltó cómo la tecnología ha transformado todas las economías y plantea que la integración digital en la región representa una oportunidad crucial. Sin embargo, advirtió que existen retos estructurales que deben resolverse tanto a nivel nacional como regional, ya que “Latinoamérica tiene una historia de acuerdos colectivos y, a pesar de su potencial, es la región con menor comercio internacional”.
Para entender estos retos estructurales, el subsecretario Claudio Araya reforzó la idea, al mencionar que “quienes no colaboran quedarán fuera del avance tecnológico, pues este no se detendrá”. Argumentó que ningún país tiene la capacidad de aislar una plataforma digital sin afectar su propio funcionamiento. Además, puso como ejemplo el problema del robo de celulares en Chile, explicando que, incluso si el país logra un bloqueo total de dispositivos robados, estos podrían ser traficados a otras naciones donde no exista regulación ni sanción al respecto. Por ello, insistió en la necesidad de avanzar en conjunto como región para enfrentar desafíos tecnológicos y de seguridad de manera efectiva.
La reglamentación como oportunidad económica
En un bloque extendido en dos turnos de speakers, el juez Andrés Basso explicó cómo las inversiones requieren de seguridad jurídica, instituciones sólidas y respeto a la división de poderes. Además, mencionó que la falta de regulación en ciberseguridad y derechos de autor genera pérdidas.
Pero, ¿de qué manera puede generar pérdidas? Esa pregunta la respondió Sergio Piris, gerente del área antipiratería de Telecom, al hablar sobre su experiencia con Flow y el festival Lollapalooza. Para poder adquirir los derechos de transmisión, fue necesario hacer un desembolso de dinero importante. El problema con esta inversión surge cuando existen sitios de piratería que logran retransmitir, de manera ilegal, estos eventos.
Por si este ejemplo no es lo suficientemente revelador, José Carrillo (global content protection manager de LaLiga) contó cómo “a día de hoy, los clubes de fútbol de la Liga dejan de percibir en torno a 600 millones de euros” por culpa de la piratería. De esta manera, quedó en evidencia la necesidad de una regulación efectiva, en primera medida, para evitar la pérdida millonaria de dinero por culpa de lo previamente señalado.
Ciudades inteligentes
En el bloque final previo al cierre de la cumbre, se expuso respecto a las conocidas como ciudades del futuro, o ciudades inteligentes. Donde el funcionamiento y la vida cotidiana nos conectan con historias que parecieran de fantasía.
Según el CEO de AISTE, Juan Carlos Iglesias, la tecnología y la inteligencia artificial pueden jugar un papel clave en la accesibilidad urbana, permitiendo que cualquier edificio, barrio o espacio público sea completamente inclusivo con un bajo costo. Además, subrayó que la accesibilidad no solo es un derecho, sino también una inversión estratégica que genera “beneficio social y benéfico”.
Cierre
La jornada finalizó de la mano del presidente del directorio de CERTAL, Miguel Wedy junto con el consultor en telecomunicaciones, Juan Luis Nuñez. Ambos repasaron lo discutido durante la cumbre, y se destacó la unión entre justicia y tecnología, la importancia de la digitalización y el rol de las telecomunicaciones en seguridad. Subrayaron además la necesidad de regular con cautela, priorizar la soberanía digital y fomentar un mercado único digital en la región.