Las emisoras brasileñas quieren abrirse al capital extranjero para salir de la crisis. El impedimento constitucional que rige desde 2001 hasta hoy, señala que no puede superar el 30% de capital extranjero. Sin embargo, una iniciativa parlamentaria propone un Proyecto de Enmienda a la Constitución (PEC) que busca liberar el capital extranjero de los medios de radiodifusión. "
El sector de radiodifusión está siendo estrangulado por el streaming", aseguró el presidente del Frente Parlamentario para la Defensa de la Radiodifusión, diputado federal Eli Corrêa Filho.
El proyecto habría tenido su origen en Abert (Associação Brasileira de Emissoras de Rádio e TV) y contaría con el impulso de emisoras líderes como Globo, Band y SBT.
"La apertura del 30% definida en la reforma de 2001 no tuvo ningún efecto práctico. Solo hubo un caso de un inversionista relevante que operó con este límite", declaró Paulo Tonet Camargo, Presidente de Abert, en alusión al ingreso de capital de Naspers en el Grupo Abril durante 2006. "El consenso existente dentro de nuestra asociación es hacia una la apertura total, del 100%. Incluso puede haber un acuerdo diferente, pero en la práctica creemos que no es necesario tener un límite de capital", subrayó.
En el radar de los grupos de comunicación hay nuevos modelos de negocio, como la separación entre la red de transmisión y la producción de contenido y la posibilidad de capitalización o fusiones con grupos fuera de Brasil, pero la limitación constitucional siempre se señala como un obstáculo.
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