RTVE prepara “El Conquistador del Caribe”, una de las grandes apuestas de entretenimiento de La 1 para los próximos meses. El macro concurso producido en colaboración con la productora vasca Hostoil de The Mediapro Studio es el reality más duro de la televisión, grabado en paradisiacos pero inhóspitos parajes que ponen a prueba la fortaleza física y mental de los concursantes.
“El Conquistador del Caribe” llega a RTVE avalado por los excelentes resultados cosechados en la segunda cadena de la televisión autonómica vasca ETB, donde se mantiene incombustible desde hace más 18 años. Temporada tras temporada, el concurso se convierte en lo más visto con medias que superan el 25% y su 19ª edición acaba de arrancar con un 26,7% de cuota en su primer día de concurso.
Con el espíritu deportivo como bandera, tres equipos se enfrentan a una climatología extrema y a la fauna y flora salvajes que ofrecen localizaciones como la Patagonia, el Aconcagua, el Amazonas o el Caribe. En estas difíciles condiciones, los participantes deben superar pruebas de gran dureza mientras demuestran que saben convivir, colaborar y competir al mismo tiempo.
El veterano formato ha sido galardonado con el premio de la Academia de la Televisión al Mejor Programa Autonómico 2008, tiene como presentador a Julian Iantzi, premio Iris 2021 al Mejor Presentador Autonómico, y conocido por la audiencia de RTVE como presentador de la programación de San Fermín. Patxi Alonso, creador del programa y productor ejecutivo por parte de Hostoil, lo acompaña como conductor del debate. Al frente de la dirección está Joxean Goñi.
“Oswald. El falsificador”, en TV3
TV3 ha estrenado “Oswald. El falsificador”, una docuserie de Kike Maíllo que explica la historia del pintor catalán Oswald Aulestia, considerado uno de los mayores falsificadores de cuadros del mundo. Este es un proyecto inédito formado por la serie inédita de tres episodios que llega ahora a TV3 y una película documental que se estrenará más adelante en la cadena. El film está nominado a mejor película documental en los premios Goya.
“Oswald. El falsificador” es una docuserie rodada en Estados Unidos, Italia y España en clave de true crime pictórico. Es una producción de Televisió de Catalunya y Filmin con Playtime Movies y Sábado Películas, y que cuenta con la participación de El Terrat (The Mediapro Studio), Televisión Española, Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC) e Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA).
Presenta a Oswald Aulestia Bach, un pintor de 76 años nacido en Barcelona y considerado uno de los falsificadores de arte más grandes del mundo. Un hombre sin rostro que fue reclamado por las autoridades norteamericanas por ser una de las piedras angulares de la denominada “Operación Picture”, una investigación del FBI, en colaboración con los Mossos d’Esquadra y los Carabinieri, para encarcelar a los responsables de una de las tramas más grandes de falsificación de arte de las últimas décadas.
“Oswald. El falsificador” cuenta con el testimonio directo del pintor para recorrer la fascinante historia de su vida, llena de excesos y engaños. Escondido detrás de unas gafas de espejo y una gorra, y con el bigote que le identifica, es difícil saber si lo que explica Oswald es real o una invención dedicada a exaltar el mito.
Los testimonios de diferentes personas vinculadas a él, de los diversos cuerpos de policía y también de dos personajes que pasaron por la prisión por su vinculación con el caso (el marchante italiano Elio Bonfiglioli y el norteamericano Michael Zabrin) ayudan a componer el retrato poliédrico de un hombre cautivador, que se autodefine como un pirata, un cínico y caradura entrañable y políticamente incorrecto que atrae por su personalidad y el misterio de sus historias.
Con todo esto, el ganador del premio Goya a mejor dirección novel Kike Maíllo construye una docuserie en formato thriller que no solo presenta un protagonista carismático, irreverente y peculiar, que se vio inmerso en una trama judicial internacional, sino que también se adentra en el lado más desconocido y oscuro del arte. Y, al mismo tiempo, reflexiona sobre los límites de la verdad no solo en el universo de la representación pictórica y la autoría, sino también sobre la televisión, la prensa escrita e, incluso, en el mundo del recuerdo.