Mediaset decidió poner fin, al menos por ahora, al intento de fusionarse con su filial española, después que un juzgado de Madrid desestimó la solicitud de Mediaset España para levantar las medidas cautelares acordadas por el mismo órgano judicial el pasado mes de octubre, en el marco de la disputa legal que la compañía mantiene con su socio Vivendi, que se opone al proyecto.
Considerada "irrealizable por razones técnicas", la matriz italiana remitió un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) donde informó que acata la decisión de los tribunales, aunque no comparte sus conclusiones. Reiteró que la operación es conforme a las normativas aplicables; no obstante, aclaró que respeta los derechos de los accionistas". Sostuvo, además, que está orientada únicamente a velar por los intereses de Mediaset y de todos los accionistas que aprueban la operación.
"La decisión tomada por el Tribunal de Madrid es consecuencia únicamente de la oposición instrumental y predeterminada de Vivendi, que actúa en su propio interés, también en calidad de competidor del Grupo Mediaset", aseguró la empresa, que confirmó la validez de su plan industrial MFE MediaForEurope, aunque ya ha puesto en marcha de forma inmediata el estudio de una ejecución distinta pero con el objetivo de conseguir los mismos objetivos.
La batalla legal con el conglomerado mediático francés Vivendi, que controla el 28,8% de Mediaset Italia y el 1% de Mediaset España, continuará en el futuro.