En el marco de la novena edición de Conecta Fiction & Entertainment, se desarrolló el panel "Impulsando la Producción: Incentivos Fiscales en el Sector Audiovisual Europeo", en donde ejecutivos de la Spain Film Comission y la Portugal Film Comission dieron cuenta de las diversas políticas de incentivo fiscal para la producción audiovisual de cada uno de estos países, así como el trabajo solidario y conjunto. Estuvo moderado por Georg Szalai. Global Business Editor, The Hollywood Reporter (UK) y tuvo como ponentes a 'Victor Lamadrid. General Secretay, Spain Film Commission (España) y Ana Marqués. Executive Director, Portugal Film Commission (Portugal).
El programa portugués tiene como objetivos fundamentales ser inspiracional, táctico y sustentable e incluye inciativas tanto de cash rebate, cash refund y un scouting programme. En su caso particular, hay tasas de 25 y 30% de cash rebate que pueden extenderse en Azores, Madeira y otras regiones con baja densidad poblacional. En el caso de ficción y animación, la inversión extranjera no debe ser inferior a 500 mil euros y minimo 200 mil euros para el caso de los documentales. Por otra parte, cuentan con dos incentivos bien diferenciados: uno para pequeñas producciones y otro para producciones con mayor presupuesto. En todos los casos, los proyectos tienen que atravesar distintos test culturales en donde hay que cumplir determinados items para poder obtener el beneficio, incluyendo, claro está, algunos aspectos vinculados al cuidado del medioambiente y el desarrollo sostenible.
El caso de la Spain Film Comission es algo distinto, cuenta con 48 miembros entre Film Comissions y Film Offices. Tiene un trabajo sostenido desde hace un cuarto de siglo y apela a la enorme diversidad geográfica y cultural así como la expertise de sus recursos humanos y su industria hostelera entre algunos de los aspectos fundamentales. Víctor Lamadrid sostuvo que los incentivos fiscales son condición necesaria pero no suficiente y, según el territorio -y algunas otros aspectos- en donde suceda el rodaje, el incentivo puede variar entre 30% y hasta un 70%, posicionando de esta manera a España como un destino más que atractivo para la producción audiovisual.
Ambos ejecutivos además, subrayaron la importancia de establecer políticas de Estado sostenidas en el tiempo que además sean estables y claras para favorecer la llegada de inversiones. FInalmente, destacaron la relación solidaria entre los países que, en algún caso incluso, puede redundar en el desarrollo de co-producciones que involucren a ambos.
LATINOAMÉRICA: LOS INCENTIVOS FISCALES COMO UNA POLÍTICA CLAVE PARA UN SECTOR EN VÍAS DE DESARROLLO
Por la tarde, el Auditorio 1 del Auditorio José Luis Perales de la ciudad de Cuenca dio pie al panel "Impulsando la Producción: Incentivos Fiscales en el Sector Audiovisual Americano" Fue moderado por Pina Mezzera, Editora de C21 Media Spain y contó con la presencia de Diego Ramirez, Productor de Dynamo Colombia; Diego Rougier, Executive Producer and Director de Picardía Films / APCT (Chile) y Dolores Montaño. Buenos Aires Film Commission (Argentina).
En Colombia, los incentivos fiscales al audiovisual se han convertido en una verdadera política de Estado. En 2003 se sancionó la Ley de Cine (Ley 814), lo que marcó el inicio de un crecimiento sostenido del sector: el país pasó de producir unas 10 películas al año a más de 40. En 2004 se creó el Fondo para el Desarrollo Cinematográfico (FDC), y en 2012, el Fondo Fílmico Colombia, que ofrece devolución de dinero para producciones extranjeras.
Desde 2019, se implementó la Ley CINA (Certificados de Inversión Audiovisual en Colombia), que otorga un descuento del 35% sobre los gastos realizados en territorio colombiano. Este mecanismo ha demostrado un funcionamiento ágil y efectivo. En 2025, el país contará con 60 millones de dólares disponibles para proyectos bajo esta ley. Para acceder, el gasto mínimo debe ser de 600 mil dólares y toda la inversión debe provenir del extranjero.
El impacto ha sido significativo: se estima que se han generado más de 100.000 puestos de trabajo, directos e indirectos, y que el incentivo ha tenido un efecto positivo en sectores conexos de la economía. Además, en 2021 se emitió el Decreto CoCrea, que amplió el alcance de los incentivos a otras industrias creativas como la música, los videojuegos, los medios digitales y el diseño.
Chile ha venido consolidando un esquema mixto de apoyo a la producción audiovisual. Tradicionalmente ha contado con un Fondo Audiovisual de asignación anual, que entrega montos entre 200.000 y 300.000 dólares por proyecto. Estos recursos se transfieren de manera directa e inmediata tras su adjudicación.
Uno de los principales mecanismos vigentes es el FIA (Fondo de Incentivo Audiovisual), disponible para cualquier producción que tenga al menos un 35% de participación extranjera. También se ha implementado recientemente el sistema de cash rebate a través del IFI (Incentivo Fiscal a la Inversión), que opera mediante concurso dos veces al año. Este programa devuelve un 30% de los gastos realizados si el rodaje se realiza en Santiago y un 40% si ocurre en otras regiones del país. Actualmente, el gasto mínimo exigido es de un millón de dólares, aunque se proyecta reducirlo a 400.000 dólares para ampliar el acceso a más producciones.
Además, se está impulsando una ley que eximiría del IVA (19%) a las producciones audiovisuales. Aunque este beneficio ya puede gestionarse mediante trámites administrativos, se busca una normativa que lo garantice automáticamente. Los testimonios del sector destacan que el nuevo sistema es eficiente, rápido y positivo, tanto en la devolución del IVA como en la rendición de cuentas, incluso durante el proceso de rodaje.
Argentina, a través de su representación en organismos regionales como IBEROFIC (Red Iberoamericana de Film Commissions), trabaja activamente en la articulación internacional del sector audiovisual. Dolores Montaño, desde la Buenos Aires Film Commission, impulsa una agenda regional basada en la cooperación entre ciudades y regiones, más allá de los límites nacionales.
Recientemente, más de 150 instituciones firmaron una carta compromiso en la que se proponen ejes comunes: adopción de estándares y protocolos internacionales, rodajes sustentables, uso de inteligencia artificial, propiedad intelectual, distribución, marketing, formación y networking.
Desde esta red se promueve también la generación de informes de impacto económico, el asesoramiento técnico y la estandarización de procedimientos en toda la región. Se busca que los distintos países manejen criterios homogéneos en tiempos, trámites y condiciones para facilitar la cooperación internacional y atraer más producciones extranjeras. Un dato relevante es que, actualmente, 22 países de América cuentan con sistemas de cash rebate o devoluciones fiscales, con un promedio regional cercano al 40%.