Marcelo Mouzo, Director de Claro Costa Rica.
Con el objetivo de proveer de conexiones estables y de mayor capacidad, Claro Costa Rica realizará una inversión de USD 500 millones para extender el cable submarino de fibra óptica América Móvil Submarine Cable System – 1 (AMX-1). Esta sexta salida internacional de la operadora de América Móvil en Centroamérica tiene una longitud de 17.500 kilómetros por el mar Caribe, aterrizando en el centro de operaciones de Claro en Westfalia, Limón.
La capacidad de transmisión de datos del AMX-1 es de 85 terabits por segundo, superando en más de 6 veces la capacidad de los cables submarinos que aterrizan en Costa Rica actualmente desde Miami hasta Buenos Aires. Su vida útil estimada es de 25 años. Asimismo, el proyecto incluye la construcción de una estación terrena en Limón, ciudad que alberga el principal puerto del país.
“A través de esta obra Costa Rica se posiciona dentro del istmo centroamericano como el segundo país con más conexiones a cables submarinos y coloca a Claro como el operador líder en materia de fibra óptica, al ofrecer un incremento en la capacidad de tráfico de datos”, aseguró Marcelo Mouzo, Director de Claro Costa Rica.
Estas infraestructuras de telecomunicaciones son consideradas como las más fiables y de mayor capacidad en provisión de servicios de Internet, por lo que la expectativa de Claro con esta obra de gran importancia es seguir colocando a Costa Rica entre los países líderes en conectividad a nivel regional.
El proyecto permite a Costa Rica garantizar su conexión con el mundo digital mediante un servicio de fibra óptica de alcance mundial y fortalecer las nuevas tecnologías que se desarrollan en el país, como el servicio 5G que está próximo a implementarse. Por medio del Cable Submarino AMX-1 Costa Rica tendrá la posibilidad de llegar a través de dos rutas distintas al Network Access Point (NAP, por sus siglas en inglés) de las Américas, uno de los centros de procesamiento de datos más grandes del mundo.
Vale destacar qu existen 508 cables submarinos en las masas de agua del mundo, que suman más de 1.2 millones de kilómetros de longitud. En América Latina se identifican 68 cables submarinos de fibra óptica, de los cuales 53 se encuentran activos y 22 llegan a Estados Unidos.