Hijos mayores de Berlusconi heredan control del holding Fininvest

En las últimas semanas se especuló la venta de las acciones de MFE, que se formó luego de la fusión, en 2021, de Mediaset Italia y su mellizo español.

6 JUL 2023

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Silvio Berlusconi, tres veces primer ministro de Italia y uno de los hombres más ricos de ese país, dejó a sus hijos mayores como patrones de su imperio. De acuerdo con el reparto de la herencia, los hijos mayores, Mariana y Pier Silvio Berlusconi, alcanzan en conjunto el 53% de las acciones de Fininvest, la sociedad de cartera familiar, que entre otras cosas engloba la editorial Mondadori, el equipo de fútbol Monza, el teatro Manzoni de Milán o la antigua Mediaset, que ahora se llama MFE-Media For Europe. Los hermanos, hijos de la primera esposa de Berlusconi, Carla Elvira Lucia Dall’Oglio, ya ocupaban puestos clave en la cúpula empresarial del magnate. Hasta ahora poseían entre los dos el 15% Fininvest, presidida por Marina, y que cuenta en el Consejo de Administración con Pier Silvio, que a su vez es consejero delegado de MFE, uno de los principales grupos televisivos europeos, que en España posee Telencinco. Los hermanos han asegurado que habrá “total continuidad” en las empresas y en la vida familiar.
 
Fallecido el pasado 12 de mayo a los 86 años, decidió antes de morir que ninguno de sus herederos controlará en solitario su legado, ni económico, ni político. El magnate ha repartido su fortuna entre familia, su novia y su viejo amigo Marcello Dell’Utri: “Por lo mucho que me los quise y lo mucho que me quisiste”, se lee en su testamento hológrafo, fechado a inicios de 2022 y publicado ahora en los medios italianos. El testamento se leyó a los herederos hace unos días.
 
Los otros tres hijos, Barbara, Eleonora y Luigi Berlusconi, nacidos con la segunda esposa del magnate, Veronica Lario y que ya poseían el 21.4% de Fininvest, se repartirán la cuota restante a partes iguales. Desempeñan funciones más marginales en el entramado empresarial familiar: Barbara y Luigi son directores de Fininvest, mientras que Eleonora no tiene ningún papel. La herencia del desaparecido magnate era un asunto de relevancia porque tres de sus empresas, MFE, Mondadori y el banco Mediolanum, cotizan en bolsa y su futuro depende del reparto entre los herederos. Fininvest siempre ha estado en manos de la familia, Berlusconi poseía el 61% del total de las acciones, mientras que el resto ya estaba dividido a partes casi iguales entre Marina, Pier Silvio, Barbara, Eleonora y Luigi. 

En las últimas semanas se especuló la venta de las acciones de MFE, que se formó luego de la fusión, en 2021, de Mediaset Italia y su mellizo español. Este nuevo grupo, con sede social en Países Bajos, fue con el objetivo de crear un grupo paneuropeo para competir con nuevos operadores como Netflix y Amazon. Sin embargo, tras la muerte de su fundador el mes pasado, la prensa económica italiana especuló con la venta de MFE, de la que la familia Berlusconi posee el 49 % a través de su sociedad de cartera, Fininvest. No obstante, según Pier Silvio, la familia no ha hablado de esa hipotética venta: "Me molestó que con la muerte de mi padre hubiera tales hipótesis, pero es normal".

Ya en 2016, el grupo francés Vivendi lanzó una OPA fallida para hacerse con Mediaset Italia y aún cuenta con una participación minoritaria en MFE, que Pier Silvio calificó de socio financiero silencios", mientras que algunas cabeceras filtraron que Berlusconi rechazó recientemente una oferta del grupo estadounidense Discovery. En este sentido, el administrador de MFE recordó que recientemente adquirió el 30 % del grupo alemán ProsiebenSat en su objetivo de construir un operador audiovisual europeo sin renunciar al negocio televisivo, en retroceso frente a las plataformas de streaming. Según Pier Silvio, el proyecto de MFE pasa por crear una plataforma de mayor dimensión, con una política comercial versátil a nivel europeo" y productos nacionales que reciban atención en cada país.

"El problema de la televisión no es que sea vieja o que sea nacional, sino que las cadenas actuales son demasiado pequeñas y hay que salir de nuestras fronteras", analizó.