Pablo Ghiglione, Head de Coproducción Internacional de Globo.
Tras los anuncios de coproducción realizados por Globo durante el último Mipcom, Señal News dialogó con Pablo Ghiglione, Head de Coproducción Internacional de la compañía, para entender la estrategia detrás de este formato de negocio, desde el camino interno para establecer objetivos, la siguiente selección de proyectos y la llegada de los socios adecuados para cada caso.
Globo ha presentado distintos acuerdos de coproducción con partners internacionales. ¿Cómo ha sido ese proceso para la elección de socios y proyectos?
“La coproducción es un lado del negocio que para nosotros es nuevo. Inició hace dos años y, desde hace un año y medio, estoy al frente del área. En primer lugar, ha sido un trabajo muy intenso a nivel interno porque para una empresa como Globo empezar a trabajar con coproducción no es fácil, ya que implica asumir muchos desafíos y afrontar los procesos. Además, requiere del alineamiento de todos los sectores y de las personas involucradas. Fue un trabajo muy importante puertas adentro, puesto que era necesario entender cómo podíamos hacer para que las coproducciones sean realmente una herramienta y un camino de viabilización de más contenido. En ese sentido, llevar la teoría a la práctica fue el mayor reto inicial: cómo identificar y traer proyectos potenciales de coproducción para que agreguen valor a todo lo que Globo ya produce. En realidad, ese es un desafío diario y siempre lo será. Y lo cierto es que, en poco tiempo, ya tenemos un historial muy interesante”.
¿Cómo se dieron los recientes acuerdos de coproducción junto con Fremantle y Beta?
“El acuerdo con Freemantle para ‘Crime Inc’, que va a ser producido por Mixer, una de las productoras más importantes de Brasil, que trabaja mucho con Globo, lo aportó Manuel Martín, Director de Desarrollo de Guiones para Latinoamérica de Fremantle, quien en Mipcom 2023 nos hizo un pitch del proyecto a Tatiana Costa, Alex Medeiros y a mí. Desde el inicio nos gustó mucho y, entre un Mipcom y otro, en tiempo récord anunciamos el acuerdo. Con Beta Film fue algo diferente, porque las conversaciones venían dándose desde hacía tiempo, conociéndonos como empresas y analizando las sinergias que podíamos encontrar en uno y en el otro. Pero estábamos seguros de que queríamos hacer algo, y así fue como comenzamos a modelar lo que sería el acuerdo. Después encontré el primer proyecto y cerramos una alianza para tres series, dos brasileñas y una internacional. En coproducción, ya se eligió cuál va a ser la primera serie brasileña y ahora estamos en el momento de desarrollo de los guiones. Beta nos va a ayudar a buscar otros coproductores, y la idea es sumar otras ventanas aparte de Globo. Además, aprovechando la fortaleza de su brazo de distribución a nivel global, con epicentro en Europa, Beta también será la distribuidora internacional de los proyectos. Como grandes productores, tanto Freemantle como Beta tienen una visión similar en cuanto a la calidad de realización de los proyectos. Estamos confiados que eso nos va a ayudar mucho, desde el inicio, a generar proyectos cada vez más internacionales”.
Acabas de explicar dos caminos diferentes para llegar a la coproducción. ¿Cómo nace y se desarrolla cada caso?
“Es una excelente pregunta y no hay una respuesta única. Por ejemplo, nuestro acuerdo de coproducción con Disney lo cerramos en 2023; sin embargo, debimos esperar un tiempo más porque debía tener la aprobación de CADE, que es el órgano antimonopolio de Brasil, que finalmente lo aprobó sin restricciones. Necesitábamos estar seguros de que no íbamos a tener problemas futuros, entonces todo el proceso se atrasó un poco. En lo previo picheamos a Disney una primera película que ya estaba en el pack de desarrollo de Globoplay, les encantó y fue elegida para ser el primer largometraje de un acuerdo que finalmente fue por un total de cuatro films, sin tener el resto definido. En las conversaciones buscamos entender las sinergias con cada player, lo que nos permite identificar la necesidad de consolidar los vínculos para trabajar juntos y cerrar acuerdos, aunque no tengamos un proyecto determinado. Y en el día a día, cuando uno recibe tantos proyectos, resulta importante saber que hay un acuerdo ahí y naturalmente orientamos la búsqueda teniéndolo en el radar. En definitiva, depende mucho de las conversaciones que uno vaya teniendo. No hay recetas ni una fórmula cerrada de cómo hacerlo. De hecho, aunque suene a cliché, no hay dos acuerdos de coproducción iguales, todos son diferentes y con variables distintas. Lo fundamental es ir buscando con cada socio el potencial que la unión nos puede dar a las partes involucradas”.
Recién hablabas de los contenidos que dan un diferencial. A la hora de tomar decisiones, ¿por dónde pasa ese diferencial?
“Es un trabajo muy complejo y ahí es todo el mérito del equipo de contenido original, liderado por Tatiana Costa y Alex Medeiros. Son ellos los que hacen la evaluación y la curaduría de todos esos proyectos, conociendo detalle la necesidad de la plataforma. En este sentido, es importante destacar que en Globo recibimos una innumerable cantidad de proyectos, que vienen de manera completamente diferente y en diversas etapas. De algunos recibimos simplemente una sinopsis corta y en otras oportunidades nos envían un proyecto con guiones escritos. Ahí la clave pasa por entender el potencial de cada uno, cómo sería y hacía dónde iría. Es una tarea compleja, aun cuando los guiones vengan escritos: el reto es cómo hacer para que la historia se vea como un Original Globoplay. Porque si bien la idea es que las coproducciones tengan su identidad, deben tener el ADN de la plataforma. En este sentido, el equipo de Tatiana y Alex trabaja de manera formidable y la cantidad de proyectos que analizan es enorme. Y cuando gusta algo, ahí nosotros nos sentamos en conjunto con el socio y buscamos cerrar un modelo de negocio para ese proyecto, que tenga sentido para las dos partes”.
En un contexto como el actual, donde se busca minimizar riesgos. ¿Qué valor cobra tener socios para coproducir?
“Creo que eso depende mucho de cada empresa. En el caso del Globo, que es una gran compañía y que produce mucho, no tenemos tan marcada esa necesidad. Es más bien una estrategia de crecimiento y diversificación. No obstante, para empresas de menor envergadura la coproducción sí es una necesidad. Lo hemos visto años atrás cuando en América Latina empezaron a verse las primeras coproducciones de novelas en mercados como Chile y Perú o Argentina y Perú. Y la verdad es que tiene sentido, en esos casos hay que buscar modelos que permitan continuar produciendo contenido de calidad dentro de un presupuesto determinado”.
Globo ha elegido coproducir con Fremantle y Beta Films, que son compañías europeas. ¿La elección también pasa por compartir el foco de negocio, sin importar de dónde venga la compañía?
“Sí, siempre estamos atentos a las oportunidades de coproducción. De hecho, todo el equipo de ventas también está alerta ante las posibilidades que puedan presentarse para coproducir. En ocasiones, muchas conversaciones que empiezan como coproducción después terminan siendo una oportunidad de distribución de formato y hasta de lata. Buscamos retroalimentarnos en el contacto con el mercado. Efectivamente no importa de dónde venga el socio de coproducción, la cuestión es compartir un tipo de visión. Lo bonito de la coproducción es que empresas con culturas y objetivos diferentes, puedan encontrar cómo colaborar en conjunto y sacar proyectos que, en otros momentos, eran impensados. Incluso, se da el caso en que se viabilizan proyectos muy caros que ninguna de las partes podría hacer sola. Y eso se ve diariamente en muchos acuerdos que se anuncian. En nuestro caso, eso todavía no pasó. Los proyectos que estamos cerrando son proyectos que podríamos hacer solos, pero estamos convencidos haciéndolos con esos socios nos permitirá agregar valor y mejorarlos”.